Las balas zumbaban y perforaban el viento, Fausto y Leandro se movían tan rápido como su cuerpo se los permitía, un par de ellas se impactaron en el pecho de Leandro asiéndole caer, Fausto por otro lado esquivando se movió lo suficiente para degollar a un par de agentes q no hicieron mucho por defenderse.
Luego el fuego cesó.
La puerta de las escaleras detrás de ellos se abrió, el hombre vestía formal de camisa, corbata, pantalón, abrigo largo y mocasines, todo en color blanco. En su mano derecha jugueteaba con un revolver de cañón largo plateado mientras en la izquierda cargaba con su sombrero.
–me comentaron q andabas de visita en la ciudad Fausto…- Dijo el caballero de blanco.
–general Alatar… tiene valor para presentarse ante mi después de haberme insultado frente el regente Sabbat… acaso desea q lo mate como a los demás generales?... .
–señor Fausto, no tenemos tempo para esto. Dijo Leandro desde el suelo donde se retorcía por el dolor.
–a si… el principado les espera… yo no creo q quieran recibirte… pues ellos fueron los q me avisaron donde te encontrabas. Fausto volteo a ver a Leandro consternado por la revelación del general, pero Leandro solo negó con la cabeza.
El auto corría a todo lo q daba, atravesando por caminos, calles y avenidas poco transitadas alejados del trafico perseguidos por un helicóptero y varias patrullas q varias calles atrás los habían interceptado con barricadas. Dentro, Pierre solo sonreía al ver las caras de pánico de sus pasajeros mientras aceleraba cada vez mas.
–como extrañaba esto… . Decía Pierre mientras acomodaba el espejo retrovisor para ver a los pasajeros
–debiste detenerte cuando la patrulla de caminos nos lo pidió. Dijo Anna un tanto molesta.
–solo íbamos a menos de 80. Sonrió Pierre esperando calamar la ira de Anna
–y tenias q acelerar?... . Pregunto Yusbel mientras intentaba mantenerse en su asiento al tiempo en q Pierre daba vuelta por una calle.
–costumbre creo… respondió Pierre feliz y satisfecho.
El auto crujió y chirrió atravesando la carretera q lleva a Toledo, se salió del camino por una intersección y se perdió entre los arboles, las patrullas se habían quedado quilómetros atrás en cuanto se hubo usado el tanque de oxido nitroso y el helicóptero no podía ver entre los arboles.
Se les habían escapado.
Se estaciono a un par de calles del hotel, momentos después se escucharon disparos. No se preocupo. Sabia q pasara lo q pasara Fausto siempre sobrevivía, siempre había sido a si. Un sonido estruendoso la izo saltar sobre su asiento, algo pesado golpeo el techo de la camioneta, justo cuando estaba a punto de bajarse para ver escucho la voz de Fausto.
–Akira!!!, acelera!!!- Akira encendió la camioneta, paso a primera y acelero a fondo. El helicóptero intento seguirlos pero antes de localizarlos ya estaban en movimiento entre los edificios.
–a donde?... . grito Akira mientras esquivaba autos
–dile q siga de frente asta el letreo de estacionamiento… . dijo Leandro con apenas un murmullo sumido por el dolor de las balas en su pecho
–sigue de frente asta el estacionamiento!!! . grito Fausto.
–q entre y se detenga en el segundo piso… . continuo hablando Leandro
–entra asta el segundo piso!!! .
La casa era enorme, estaba rodeada por inmensos jardines de diversas flores, arboles y arbustos frutales, la entrada estaba adornada por una fuente seguramente echa de marfil q se alzaba a por lo menos tres metros de altura, en el pórtico se encontraba una silla mecedora y sobre ella una mujer madura q observaba las estrellas meciéndose suave y despreocupada. Vestía solo un camisón largo de noche y unas sandalias decoradas con peluche, su cabello ya pintaba algunas canas pero su rostro despedía juventud, cualquiera le calcularía cuando mucho treinta años.
Todos bajaron del auto, Anna les advirtió q pasara lo q pasara no se asustaran y no le miraran a los ojos, mantuvieran su mente despejada y no hicieran movimientos rápidos, en el peor de los casos se daría la señal de correr y tenían totalmente prohibido regresar por alguien atrapado.
Sonrió un poco, luego un movimiento de la mano de la señora y el auto se convirtió en chatarra. Metal, caucho, piel y cristal se juntaron en una enorme bola q alguna vez se llamo Lamborgini, Pierre solo cerro sus puños y se mantuvo estoico ante la condición de su auto.
-q demonios paso!!!... . –preguntaba Akira mientras se bajaba de la camioneta y ayudaba a Leandro a bajar de ella.
–caminen, la ambulancia nos esta esperando… dijo Leandro mientras se recargaba en los pilares de estacionamiento e intentaba caminar.
–mate a Aladar. Dijo Fausto mientras ayudaba a Leandro.
–creíste matarlo Fausto… yo vi como se movía entre las sombras cuando atravesabas su ilusión. Dijo Leandro mientras caminaba agitando su mano para llamar la atención de alguien, mas delante de donde habían parado se encontraba una ambulancia estacionada, se encendieron las luces y dos sujetos bajaron con una camilla a atender a Leandro.
Revisaron sus signos vitales y lo subieron con sus dos acompañantes. –a donde mi señor Leandro?... pregunto uno de los paramédicos. –al Principado Javier y q sea rápido…
Anna era la única q se había dignado a mirar a la mujer de frente y a los ojos, se arrodillo ante ella y pidió q los demás hicieran una pequeña reverencia.
–e venido a cobrar un pe… -fue interrumpida por una angelical voz q venia de las sombras de la puerta en la casa.
–se a q as venido hechicera, pero te sugeriría q hablaras de frente a mi y no a mi holgazana criada…